Un beso, sana. Un abrazo, alegra el alma. Un te amo es la palabra más linda que se pueda pronunciar. Todo eso junto, sin duda, es la felicidad.
Imagínate entonces, si un ser humano recibe ese combo todos los días; tendremos así a la persona más feliz y plena del mundo.
A veces los padres nos esforzamos por darle a nuestros hijos los mejores juguetes, las mejores ropas, pensando que eso es la felicidad, sin darnos cuenta que ellos solo necesitan amor. El mundo necesita más amor, las familias requieren más amor, más abrazos y besos.
Estoy convencida que un niño criado con amor, que recibe un beso de buenas noches todos los días, que es tratado con respeto, será un ser humano maravilloso. Yo dificulto que un niño que escucha de sus padres la palabra te amo todos los días, que no escucha gritos y groserías, en el futuro, pueda ser un delincuente.
Y no hay que ser un estudioso del tema, basta salir y ver y cómo es la dinámica de las familias, ver cuántas niñas están criando niñas. Mujeres llenas de resentimiento, que ven su juventud truncada y desahogan su molestia con los hijos. Niños que se crían solos, porque sus padres trabajan todo el día y no saben cómo administrarse par darles tiempo de calidad. Niños que jamás han escuchado un te amo, que nunca han escuchado una canción de cuna cantada por su mamá.
Mis hijos han recibido amor desde la barriga, todos los días les canto canciones de cuna, los beso cada vez que quiero y les repito cuánto los amo y, aunque tienen pocos juguetes y ropa costosa, tienen unos padres amorosos.
Por mi parte, desde el amor, estoy formando niños felices, que serán excelentes personas y buenos ciudadanos.
Amemos más y discutamos menos, ese es el mejor aporte que podemos darle al mundo.
domingo, 28 de junio de 2015
Aunque suene cliché, el amor transforma
lunes, 15 de junio de 2015
¿Algún día recuperaré mi peso?
Si hay algo que atormenta a una madre primeriza es saber si, algún día, recuperará su figura y peso. Verse en el espejo, después de tener a tu bebé, puede resultar una tarea dolorosa y dura. No te reconoces. Al menos a mi me pasó.
El día siguiente del nacimiento de mis bebés, me paré de la cama para bañarme y, al mirarme al espejo, solo pensé: "Dios, quedé destruida". La barriga era una gran bolsa de carne, tipo canguro, que se movía al caminar. Horrible. Y no era para menos, mi cuerpo tuvo que transformarse para darle espacio a dos bebés, aumenté 20 kilos, y mis caderas - originalmente grandes - se duplicaron en tamaño. Una tonina, eso era.
Aunque los primeros días no me preocupé demasiado por mi peso, pues la prioridad eran los bebés, en mi mente latía la angustia y la necesidad de bajar el barrigón.
Tenía la esperanza que al amamantar bajaría de peso, pero para mala suerte, no produje la cantidad de leche necesaria para satisfacer a los bebés, y a los dos meses dejé de amantar ya que no salía nada.
Pues nada, a fajarse, pensé, con una dietica y la caminata de media hora, todas las tardes, bajaría los 10 kilos que aún me faltan por bajar. Pero (y las mamás sabrán que esto es así) hacer una dieta saludable mientras se está cuidando a un bebé - en mi caso dos- es una tarea titánica. Entre darles de comer, dormirlos, cuidarlos, bañarlos y entretenerlos, escasamente te da tiempo para medio comer lo que sea más fácil de cocinar.
Si eres una mamá normal, que no tiene quién le cocine, resulta bien cuesta arriba comer saludablemente, porque no tienes tiempo ni ganas.
Además la ansiedad es matadora. El estar encerrada cuidando a los bebés tan solo me da ganas de estar moviendo la quijada a cada momento, que si una galleta, una fruta, un pan con mantequilla, un cafecito con leche... ¿Y la dieta? Bien, gracias.
...
Ya los bebes tienen 4 meses y todavía me faltan bajar 10 kilos. La técnica que estoy aplicando es desayunar frutas y yogurt, almuerzo lo que se pueda (pasta, arroz, plátano) y un pepino en la cena. Hago meriendas para bajar la ansiedad y me obligo a caminar 30 minutos con los bebés, así ellos toman sol y yo sudo un poco.
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Ya los bebes tienen 4 meses y todavía me faltan bajar 10 kilos. La técnica que estoy aplicando es desayunar frutas y yogurt, almuerzo lo que se pueda (pasta, arroz, plátano) y un pepino en la cena. Hago meriendas para bajar la ansiedad y me obligo a caminar 30 minutos con los bebés, así ellos toman sol y yo sudo un poco.
Hay que obligarse, porque es muy fácil caer en el descuido, en la desidia de no hacer nada por ti misma, de no siquiera peinarte.
Hay que establecer una rutina para ti también, de al menos media hora, en la cual te dediques a ti, a bañarte, cambiarte la pijmama (porque fácilmente puedes pasar el día empijamada) echarte tus cremas y pintarte las uñas. No es fácil, lo sé pero con un poco de orden e interés, lo puedes lograr.
Lo importante es no abandonarte, tu bebé necesita una mamá feliz y bonita, que se sienta a gusto con su nuevo vida.
¿Y cómo fue tu historia?
jueves, 11 de junio de 2015
Algunos consejos para las embarazadas de mellizos
Mi experiencia como mamá de morochos es muy nueva, así que
tampoco es que tengo mucho que recomendar, pero los 9 meses de embarazo, más
los 4 meses como mamá de Santiago y Lucía me han dejado algunos datos que
pueden servirte si también tienes la dicha de tener un embarazo gemelar.
1. Lo primero es calmarte y no tener miedo. Sé que al
momento de conocer que serán dos, te invaden una serie de temores, sobre todo en
un país como el que tenemos donde todo es más complicado.
Todo saldrá bien, lo
importante es que vivas tu embarazo tranquila, eso garantiza que tus bebés
nacerán bien y felices.
2. Una vez que el médico me informó que era un embarazo
gemelar, comencé a prepararme psicológicamente para lo que venía, pero sin
entrar en dramas y exageraciones. Estaba clara que sería difícil, porque si
cuidar a un recién nacido es complicado, imagínate cuidar a dos, pero entrar en
pánico no ayuda en nada.
Cada vez que alguien me decía, “Prepárate, que lo que te
viene es bueno”, respiraba y decía “Yo lo sé y estoy preparada”.
3. Compra pañales desde ya. Riega la voz y forma comandos de
ayuda con tu familia y amigos, para que te compren pañales de todas las tallas.
Procura tener 4 o 5 paquetes de pañales recién nacidos, no sabes si te pase
como a mí que tuve un parto prematuro y mis bebés nacieron muy pequeños.
4. Busca ayuda. Déjate de las tonterías de que puedes sola,
que eres independiente y fuerte. Tener dos recién nacidos es una tarea ardua y
necesitas ayuda, obligatoriamente. No es un capricho, es una necesidad, porque
cuando los bebes lloren juntos y estés sola, querrás salir corriendo. Así que
ve hablando con las abuelas, tías, primas o alguien que pueda ayudarte durante
el día, ya que en la noche estará el papá para apoyarte.
5. Escucha mucha música, a toda hora, cada vez que te
sientas ansiosa, y busca relajarte; en la medida que tu embarazo sea tranquilo,
los bebés también lo serán.
Mi embarazo, por ejemplo, fue demasiado relajado,
no tuve ningún malestar y mis bebés tampoco se movieron mucho (creo que por la
falta de espacio). Ya cuando los bebes nazcan, al ponerles música, ellos se
relajarán y podrás pasar un rato agradable cantando con ellos.
6. No compres una sola cuna o corral doble, mejor compra dos
corrales o, si tu presupuesto te lo permite, compra dos cunas, ya que los bebés
tendrán más espacio y, sobre todo, no pasará lo que tanto temes: que un bebé
despierte al otro.
7. Ya cuando los bebés nacen te conviertes en Robotina, ya
lo verás. Los primeros días serán muy duros, como todo lo que es nuevo, pero
con el tiempo se irá haciendo más llevadero. Lo más convenientes es que le des
de comer a los dos al mismo tiempo, porque si le das primero a uno, y una hora
después al otro, no tendrás vida y será aún más difícil. Hay días en los que ellos pierden el ritmo y se para uno primero y, al rato, el otro. Si eso pasa, tranquila, procura que vuelvan a emparejarse, ya sea entreteniendo al que se paró primero dándole chance para que se levante el otro.
8. Créales rutinas a los bebés, para que ellos se
acostumbren a cosas como el baño y las horas de comer. Por ejemplo, luego de
que pasan el mes, los bebés dejan de comer cada tres horas y su horario para
dormir se va regulando poco a poco. Mi rutina es así: A las 7 am les doy el
primer tetero, el próximo es a las 12:00 del mediodía porque ellos se quedan
dormidos y se paran como a las 11 y tanto. Ya a las 4:30pm los saco a pasear
media hora por la urbanización y a las 5:00 pm les toca su tercer tetero. Es a
las 8:00 pm cuando los baño (antes los bañaba a las 11 del día, pero en la
noche me ayuda a que duerman frescos y mejor) y les doy su penúltimo tetero. A
las 2:00 am, más o menos, se toman su teterito y a las 5:00 am se despiertan
llorando para que los carguemos y les demos amor.
9. Tú decides si dormir con ellos o no. En mi caso, yo en la
noche los duermo en brazos y cuando ya están bien dormiditos, los paso a sus
cunas. Ellos duermen su noche en sus respectivos corrales, pero si se paran a
medianoche llorando, de inmediato los cargamos y dormimos. Nada de dejarlos
llorar, tu responsabilidad como mamá es que críes a bebés felices.
10. Disfruta cada momento, hasta los más duros, y cada vez
que sientas tu ánimo decaer piensa en algo: “todo pasará y ellos dejarán de ser
bebés muy rápido, así que disfrútalos, ya llegará el día en el que puedas
dormir mejor".
11. Paciencia y serenidad como mantra. Yo me lo repito cada
vez que entro en colapso y de inmediato me siento más tranquila.
miércoles, 10 de junio de 2015
El ser mamá y cómo dejas de ser tú misma (al menos por unos años)
Recuerdo que cuando estaba embaraza, una amiga me dijo “Ay
amiga, por favor, no vayas a ser como esas mamás que solo ponen fotos de sus
bebés en las redes sociales”, a lo que yo le respondí con una convicción
pasmosa “Claro que no amiga, yo trataré de mantener mi identidad en las redes". En
ese momento yo tenía tres meses de embarazo, no sabía muy bien qué me esperaba,
qué significaba todo lo que venía por delante y realmente creía que al ser mamá
yo seguiría siendo la misma Willmaly que todos conocían. La ignorancia es
atrevida, sin duda.
Cuando eres mamá todo cambia, y aunque suene cliché, es la
verdad, tus hábitos, tu vida se
modifica, para darle paso a esa nueva vida que tanto te necesita. El 7 de
febrero del 2015 yo dejé de ser Willmaly para convertirme en la Mamá de Santiago y Lucía. Todo
en mi vida gira alrededor de ellos, en sus necesidades, y es normal que desde
su nacimiento yo no haga otra cosa que hablar de ellos, de tomarle fotos, de
montarla en las redes, de buscar en Internet cosas relacionadas con bebés;
incluso las canciones que habitualmente canto son las de cunas que suelo
cantarles cuando lloran.
Y repito, es normal, son bebés, exigen y demandan atención,
lo que me deja cero tiempo para ocuparme de mis gustos, de mis hábitos. Ya
cuando vayan creciendo, la vida irá tomando el orden natural, yo tendré un poco
más de tiempo para mi, de bañarme sin tanta angustia, quizás de leer un libro y
ver una película sin quedarme dormida. Lo importante es relajarse y no ver un
drama a todo, tu identidad la irás recuperando con el paso del tiempo, y el algún
momento volverás a ser tú, solo que ahora tendrás a una personita especial que
siempre te necesitará.
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